Ya no te espero
- Pao Romero
- 10 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 ene
JUEVES 5 DE MARZO.
A veces la rutina se me hace tan pesada y aburrida. Y como todos los días a las 5:40 voy caminando para tomar el metrobús, y para mi mala suerte esta lloviznando un poco (¿Por qué diablos está lloviendo en estas fechas?). Apresuro el paso porque empiezo a sentir que llueve más fuerte. Llego a la estación un poco mojada, pero al menos ya estoy aquí.

5:54
Va llegando el metrobús, para mi buena suerte hay lugares, odio subirme al transporte cuando está lleno de gente y peor si está lloviendo (veo por la ventana que llegué justo a tiempo, la lluvia cae torrencialmente en la calle).
Me pongo los audífonos y dudo por un instante que playlist poner... al azar empieza a sonar una canción de Sabino. Saco de mi bolsa "Orgullo y prejuicio" (intento retomar el hábito de la lectura y nada como una novela cursi y ligera para no fracasar en el intento) me espera un largo camino por recorrer.
6:03
Me desconecto por un momento de la lectura, veo por la ventana el desmadre de tráfico y lluvia que hay en la calle. Cambia la canción y empieza a sonar Fluye, maldita sea, y por supuesto llegas a mi cabeza.
Ya tiene tiempo que no se nada de ti, supongo que es lo mejor, pero me gustaría que no fuera así. Mejor regreso a mi libro (no sin antes cambiarle a esa pinche canción).
6:08
Avanzo varios capítulos hasta que me doy cuenta de que no sé qué chingados he leído, no estaba poniendo atención, mi mente vuelve a ti. Agarro el celular para cambiar de canción... 6:09 y me doy cuenta...
Tiene varios días que no espero tu llamada...
Había deseado que llegara este día, en el que dieran las 6 (la hora en la que sales de la oficina) y no estuviera pendiente de tu llamada. Ese rato que te acompañaba de camino a tu casa, en que nos acompañábamos. Sin darme cuenta poco a poco esas llamadas se fueron menguando, hasta casi desaparecer, ya solo llamabas cuando necesitabas algo de mí, y claro como aquí estaba tu pendeja... siempre contestaba y (tristemente) aún me sacaba una sonrisa ver tu nombre en la pantalla de mi celular.
Pero a quien quiero engañar, mi corazón se ha acostumbrado a la mala vida (y no precisamente por ti) ya de tiempo atrás que está mal acostumbrado, mucho antes de haberte conocido.
Tal vez por eso me enganché a ti, como cuando intentas dejar un vicio y te enganchas de otro...
¿Por qué llegaste ese día a nuestra primera cita?
¿Por qué hicimos clic tan chingón!!?
¿Por qué hacías planes a futuro conmigo si no pensabas quedarte?
¿Por qué eres un cabrón?
¿Por qué no ves que estoy aquí?
O mejor dicho estaba… porque ya no te espero.
6:19
Así que a la chingada de mi cabeza, pongo la play list de reaggeton, subo el volumen y me regreso los 3 capítulos que leí sin poner atención. La lluvia se va quitando en el exterior, voy a la mitad de mi camino.
7:08
Guardo mis cosas y salgo del transporte. Camino con tranquilidad a mi casa, con un pequeño logro en mi día. Ya no te espero.
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