top of page

A Mariano

  • Foto del escritor: Pao Romero
    Pao Romero
  • 1 ene
  • 2 Min. de lectura

Ya han pasado más de 2 años desde que nos dimos esa última mirada, donde nuestros caminos se separaron. Pero, por alguna razón, esta semana has estado en mi cabeza y en mis días, como un fantasma flotando a mi lado, y me dieron una ganas terribles de verte de nuevo (pero por supuesto es una pésima idea, sobre todo después de todo el trabajo que me ha costado que dejaras de doler) por lo que me sumergí en cientos de fotos guardadas en el celular y en las mil carpetas de mi dropbox.


No encontré ninguna foto tuya, ¿en qué momento se me ocurrió borrarte por completo de mis archivos digitales? (quisiera que fuera así de fácil borrarte de mis archivos mentales) por lo que muuy MUUUUY a mi pesar y arrastrada por las ganas irracionales de verte, cual detective me vi buscando en perfiles de Instagram de amigos del pasado (stalkeando pues), alguna foto donde estuvieras tú.


Qué dolor de cabeza que no tengas redes sociales, nunca lo entendí, este trabajo de buscar tu rostro hubiera sido mucho más fácil, aunque seguramente mucho más doloroso.

¿Qué tipo de foto subirías?

Tal vez fotos de los muchos viajes que has hecho ya sin mí, tal vez de algunas parejas nuevas, recuerdos y ráfagas de una vida ajena completamente a mí (OK creo que en este momento agradezco que no tengas un Instagram lleno de fotos felices donde yo no esté a tu lado).


En fin, regresando, ahí estaba yo... en perfiles de amigos de amigos buscándote (¡¿para qué diablos?! no lo sé, sabes que me encanta la autoflagelación) y de repente mi corazón vibró (pero solo un poco lo juro) y ahí estabas tú.


Sonriendo, sin esa barba que tanto odie al final de nuestros días juntos, con una cerveza en la mano y la otra rodeando el cuello de tu mejor amigo, justo como te recordaba... como te recuerdo.


El choque de pensamientos y memorias llegó a mí, como esa ducha de agua helada cuando ya vas tarde al trabajo y no prendiste el calentador, dolorosa pero necesaria tal vez, porque ya no eres (YA NO SOMOS) eso que aun sobrevive en mi cabeza y mis recuerdos.


¿Y que culero no? (al menos para mi) que con el paso del tiempo lo que queda en la superficie de mis recuerdos tuyos sean solo cosas bonitas, lo que me hace extrañarte y querer volver a esos días a tu lado. Pero hace falta que solo le rasque un poco a la superficie para que todas las chingaderas que me hiciste salgan como ráfaga de viento que arrasa con todo a su paso.


Cierro el Instagram para que tu sonrisa y los recuerdos dejen de perforarme el corazón y regreso a la realidad.

 
 
 

Comentarios


bottom of page