De cómo cambia mi pensamiento (casi) sin depresión
- Pao Romero

- 22 mar 2022
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 1 ene

La medicación para me depresión me parece una maravilla, es increíble como una simple pastilla (o dos o 5 ) generan tantos cambios mentales, que no dejo de maravillarme de notarlos, hago mucho la comparación del medicamento para dolores físicos con los mentales; si te duele el estómago te tomas una pastilla y en un ratito desaparece el dolor, pero cuando te duele algo en el alma (cursi mil), tu cabeza se inunda de pensamientos que sientes normales o vives con ideas que poco a poco se volvieron cotidianas y se complica notar el cambio cuando empiezas la medicación y solo cuando miras atrás puedes notar cuanto has cambiado. Así que uno de mis hobbies favoritos es analizar estos pensamientos e ideas y de cómo cambian o evolucionan gracias a la medicación y a las terapias. Así que quédate a chismear sobre qué siento, que me pasa y como han cambiado mis pensamientos gracias a los antidepresivos.
En mis más de 10 años en este proceso de tener depresión he pasado por 2 tratamientos farmacológicos, el primero duro 6 años y ahorita llevo 3 años en el segundo (estuve libre de chochos 2 años), el primer tratamiento lo recuerdo más a menos, solo en rasgos generales (de este ya empecé a contarte en entradas anteriores) y actualmente llevo 3 años en tratamiento, y es increíble el cambio que he tenido tanto en mi actitud, mi forma de ser y de cómo interpreto el mundo exterior.
La mejor manera de explicarte mis cambios es comparando dos eventos iguales en 2 momentos distintos, él Vive Latino 2019 y el de este año. En el 2019 salió el cartel del evento y quise ir a ver a Ximena Sariñana y a café Tacuba (acabo de ver el cartel y sin duda hoy en día iría a ver a muchos mas artistas de ese cartel, pero en ese momento solo le puse atención a estos dos) Ximena se presentaba el sábado y café el domingo, así que “convencí” a mi novio de ese entonces para que “me llevará con el y el resto de sus amigos”. Mi novio sabía perfectamente que quería ver a Sariñana, ella tocaba a las 5:30, pero como íbamos en grupo tuvimos que esperar al resto que llegara y entrar juntos, yo para ese momento ya estaba insoportable y muy de malas, Ximena salía a escenario en literal 5 min y nadie se apuraba para llegar, al final medio la vimos por un costado del escenario.
El día paso, yo intentaba disfrutar el evento porque pocas veces tenía ganas de ir y de que además me “invitaran”. Ya estando en el evento quise ver a Intocable y claro todos me vieron feo (no se porque hay tanto prejuicio sobre que te gusten grupos de ese estilo, pero en otro posteo me desahogo de ese tema), yo estaba super cansada eran las 11 (habíamos llegado 5:30 no llevábamos tanto en el festival), aún recuerdo haberme dormido un rato en el pasto mientras tocaba The Foals, terminaron de tocar a las 12 y era el último grupo que todos querían ver, menos yo que quería ver a Intocable, y a pesar de querer verlos decidí ya no hacerlo porque no quería que todos se quedarán solo por mí y además tenía muchísimo sueño, la Paola actual diría fuck it… me quedo a ver Intocable aunque al otro día duerma 20 horas y que se muera de pena alguien mas por hacer que todos se esperen. Pero no fue así y regresamos a casa.
Al siguiente día tocaba Café Tacuba, pero entre mi mal humor del día anterior y el cansancio regalé mi boleto, mi novio se fué con sus amigos y yo me quedé en casa. Y es importante remarcar que sí quería ver a Café Tacuba (todavía en diciembre de ese año estuvieron en el foro sol celebrando 30 años, yo tenía boletos y al final los vendí porque “no iba a ir mi novio conmigo” GRAN GRAAAN ERROR), pero mis pensamientos hicieron que me quedara en casa. Y aquí me gustaría remarcar esta última parte MIS PENSAMIENTOS, HORRIBLES BICHOS, HICIERON QUE ME QUEDARA EN CASA.
Éste es el breve resumen de ese Vive Latino en el que fui deprimida y por suerte para mí (y para la sustancia del chisme que te estoy contando) escribí un poco sobre ese día por ahí del 19 de marzo del 2019, a continuación te transcribo y comparto las palabras de una Paola que no la estaba pasando bien (hoy ni de pedo, ni sintiéndome hundida podría escribir tan poco), adelante con el testimonio:
Martes 19 de marzo
El fin de semana fui al Vive Latino, fue mas o menos feo, tenía boletos para los dos días, pero solo fui uno, y ese no valió la pena, me puse muy de malas. Íbamos en grupo y nos teníamos que parar para esperar a los demás. Cesar medio se enojó conmigo, por eso no vi a todos los que quería ver. Me sentía como vacía en el concierto, sin capacidad de disfrutar las cosas, solo podía sentir tristeza y mal humor, enojo y cosas negativas.

Se me rompe un poco el corazón leyendo a Paola de ese entonces, pero también mi alma se llena de luz al darme cuenta de que ya no está, se ha ido (no se si para siempre), y gracias a poder seguir en contacto con ese ser deprimido tengo días llenos de luz cuando me siento bien y esa conciencia de mis días malos y obscuros multiplican mi felicidad.
Ahora te relatare mi experiencia de este año en el Vive:
Cuando anunciaron a principios de octubre que C. Tangana estaría en el Vive Latino del 2022, sin pensarlo dos veces estuve lista a la hora de la preventa, con tarjeta en mano y con el aviso de que la oficina de diseño estaría fuera de servicio hasta que comprara mis boletos (real), a diferencia de Paola del 2019 me valió madres si iría sola o acompañada, yo iba a ver a C. Tangana si o sí. Estaba viendo los precios cuando Dany (un hermoso ser que trabaja conmigo) me dijo que si podía ir conmigo y que compráramos juntas los boletos, así que dimos tarjetazo y felices ya teníamos los boletos para el festival.
Adelantemos el tiempo hasta febrero del 2022, desde finales de mes hasta los primeros días de marzo había estado trabajando muchísimo, estaba muy muy cansada y empezaron los pensamientos. Por ahí del 14 de marzo, a 5 días del evento, Dany me pregunto si ya tenia las bandas que yo quería ver, como nos iríamos y en general como iba a estar el plan, yo sin cabeza para pensar le daba largas y le decía que ya vería. No quería pensar mucho en el festival porque pensar en eso daba entrada a mis ya conocidos bichos que me impiden hacer cosas, que me llenan de miedo o ideas tontas y hacen que me detenga, así que los ignore por el resto de la semana. Pero el jueves en la noche llegaron, y ahí te va la línea de cómo se desarrollan:
El sábado tengo que ir hasta el autódromo, tal vez como a las 3-4
¿Cómo me voy a ir?... no voy a pagar uber para irme, va a salir carísimo.
Está lejos… me voy a hacer un chingo de tiempo…hay que tomar camión y metro.
El sol va a estar horrible, o tal vez llueva, esta semana ha llovido todos los días.
Va a haber un chingo de gente, que horror.
¿Cómo me voy a regresar en la noche?, el uber saldrá aún mas carísimo.
¿Qué voy a comer?, la comida esta horrible en esos festivales.
Luego es caminar mucho y estar parada, voy a morir de cansancio.
Eso por dos días, el domingo seguro no me voy a levantar.
¿Y si mejor no voy? ¿Dany entenderá? Le regalo mis boletos y que invite a alguien.
SI igual no voy….
Por suerte ya me conozco estos pensamientos, aun caigo en ellos y dejo de hacer cosas por eso, pero ya no es tan seguido, además ya me da muchísima pena cancelar planes (creo que es porque antes la gente lo veía mas normal y no cuestionaban tanto que dejara tirados los planes, algo que sin duda ya no va conmigo hoy en día).
Total, que llegó el viernes y la pobre de Dany no sabía que chingados íbamos a hacer porque yo seguía sin decir nada, me dijo que quería ver a Gepe que tocaba 3:30, si nos veíamos 2:30 y sin dudarlo acepte. Yo no sabia a quien quería ver y no iba a hacer que mi ansiedad, por no pensarlo, hiciera que ella se quedara sin ver todos los grupos que quisiera ver.
Y quiero que veas que, a pesar de ya no sentirme deprimida, los pensamientos siguen ahí (y ahí seguirán) solo ya aprendí a controlarlos y a no escucharlos, hay veces que es más fácil que otras, es un trabajo de todos los días y algo con lo que lidio a diario, ya no es tan pesado como lo era antes, pero si estos me agarran en días no tan buenos me hunden, aunque ya solo es un poco. Y esto es para todo! todo lo que implica mi día a día, desde la razón para levantarme a tiempo para la oficina, lavarme el pelo, maquillarme o tomar metrobús en vez de gastar en un uber, la diferencia es que ya se que no debo detenerme a escucharlos y a dejar que se expandan en mi mente, porque se que en cuanto les doy un espacio en mi razonamiento todo puede valer madres de a poco.
Y la base de todo esto es estar medicada, porque gracias a la fluoxetina y a las cosas que hace en mi cabeza me da el empujoncito que necesito para no cuestionarme tanto, me da la claridad mental de lidiar y manejar a los bichos estos que me revolotean la cabeza, de aprender a controlarlos y poder hacerlo después yo sola y sin medicamentos. Y sigo recalcando, el medicamento NO TE SOLUCIONA los problemas, es una herramienta mas que en conjunto con las ganas, la voluntad, la energía y una buena terapia te ayudan a sobrellevar y salir de la depresión.
DISCLAIMER: siempre acude a un profesional de la salud para cualquier tipo de medicación, yo tengo mi psiquiatra de cabecera que me da seguimiento, si te identificas con algo que me pasa o pasó busca ayuda profesional, no te automediques.
Regresando al finde… el sábado la pase bastante bien, caminamos mucho pero no hubo tanto sol y no llovió como lo pensamos, ninguno de los pensamientos que había tenido días antes se estaban manifestando, decidimos irnos temprano para estar descansadas para el día siguiente y ahorrarnos el uber tomando el metro, así que a las 9 ya estábamos de regreso a casa.
Al día siguiente moríamos de emoción por ver a C. Tangana y decidimos llegar muy temprano para estar hasta adelante, y sin temor a dios, a la deshidratación o a tener que estar aplatanadas por al menos 7 horas llegamos al escenario y a esperar.
A pesar de no conocer a ninguno de los grupos previos a C.Tangana los disfrute muchísimo y me deje llevar por la euforia colectiva, se acercaba la hora y la gente se amontonaba cada vez más, yo moría de emoción.
Después de que montaran toda la producción en el escenario, de esperar tantas horas, estábamos hasta adelante listas para cantar y bailar Ateo y Demasiadas mujeres.
Y empezó el show.

Grite como loca y disfrute como hacia años que no lo hacía, coreamos todas las canciones, brinque y baile de principio a fin, tome mil fotos, mil videos y no me desmaye de la emoción porque sino me perdía del espectáculo.
Y esta es la maravilla de haber pasado (y seguir pasando a veces) por días de mierda, de estar hundida hasta el fondo sin saber porque diablos estoy así, de dormir 18 horas al día o de no dormir en absoluto, de estar nefasteando por días y días, de no disfrutar nada, de sentirme muerta por dentro y llena de obscuridad, de no encontrar razón para levantarme de la cama y vivir; por que el día que llega la luz (porque tarde o temprano siempre llega), la disfruto como a ninguna otra cosa en este puto mundo, la tristeza vivida ha hecho que pueda multiplicar la capacidad de disfrutar mis días buenos, porque me dí cuenta que no necesito tener 12 años para emocionarme como adolescente por ver a mi cantante favorito, o de dejarme llevar y de enamorarme con cada nueva sensación y persona que lleguen a mi vida, que no me de pena fastidiar a todos en la oficina poniendo el nuevo disco que lanzó Ximena Sariñana y que me encantó, que no me de pena decir que me encanta la banda y cualquier tipo de música que me hace sentir, porque para mí sentir emociones positivas y hermosas es un privilegio que disfruto de sobremanera y no dejo que ningún tipo de prejuicios o el qué dirán me detenga, porque vida solo hay una y he pasado tantos años sin vivirla que no dejaré pasar ninguna emoción nunca más.
Y así termino esta entrada, invitándote a sentir de esta manera y a disfrutar como si fueras un ser que vive por primera vez todo lo que le pasa a diario.
Y si tienes días malos no dudes en registrar a detalle lo que sientes y lo que piensas, porque el día que estés bien y leas esas líneas, verás que no debes creer en todo lo que tu cabeza te dice.
Nos leemos pronto!




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