Cambios obligados
- Pao Romero

- 1 ene
- 2 Min. de lectura
El cambio siempre es necesario pero complicado.
Constantemente me pasa que sé perfectamente qué debo cambiar, pero no se como y es horrible ver las consecuencias de no cambiar, de seguir con actitudes, pensamientos y acciones que sé que no deberían estar, pero de una u otra manera siempre termino moviéndome y el cambio pasa sin que me de cuenta, sufro más el previo que el cambio en sí mismo.
Me gusta autoanalizarme, pero soy tan mala y torpe para hacer las cosas a pesar que el cambio siempre está presente, ha sido una época especialmente difícil y complicada, de cambios radicales, de adaptarme a cosas nuevas, de descubrirme y de conocer a esta personita que no había conocido antes, pero es tan duro y triste seguir identificando pensamientos y miedos de una Paola que ya no existe, que se quedó en el pasado y no quiero que regrese, actitudes que ya no van conmigo que solo me lastiman y entorpecen mi nuevo camino y mi nuevo ser.
Así que esto va para la nueva Paola y para cualquier persona que se sienta identificada:
No olvides que estás aprendiendo, disfruta tu vida nueva, pocas veces se presentan oportunidades de reinventarte completamente.
Disfruta las nuevas experiencias, explora tus nuevas habilidades y talentos que te daba miedo conocer.
Reconoce la cantidad de cambios buenos que has tenido y que solo tú conoces, y solo tú sabes lo complicado y dolorosos que han sido. Relájate y fluye, las cosas llegan a su tiempo y tu mejor que nadie lo sabe.
No te rindas, no te espantes, no te desesperes, los cambios son buenos, a veces muy dolorosos y difíciles, pero las cosas se tienen que acomodar. Solo sigue, no detengas tu nuevo camino, que si bien ha sido distinto aprendiendo cosas antes de tiempo y muchas otras tardaste en aprender, los cambios más extremos ya los has vivido, eres fuerte pero a veces se te olvida.
Disfruta el viaje.
Algunas cosas que ya no van conmigo:
La necesidad de controlar todo.
La autocrítica extrema.
Hacerme menos.
El miedo innecesario.
La falta de autocuidado.
No ser mi prioridad número uno.
Quitarme hasta lo que no tengo para dárselo a alguien más.
Buscar lastimarte, para disfrutar del dolor emocional.
No dejar ir.
El miedo constante a volver a estar mal.
El miedo constante a volver a ser quien era.
A jugar con fuego y disfrutar de quemarme.
Esta es una pequeña lista de las cosas que ya no deberían ser parte de mi estructura de vida. ¿Te has puesto a pensar si algunos pensamientos o actitudes ya no cuadran con la persona que eres hoy en día? te invito a que identifiques algunas y si te animas... a compartirlas aquí.
Nos leemos pronto!




Comentarios